Tipos de miocardiopatía

corazcoraz«Cardiomiopatía» es el término de uso general para aquellas enfermedades del músculo cardiaco en las que las paredes de las cavidades del corazón se encuentran deformadas, estiradas, engrosadas o endurecidas, lo que afecta a la capacidad del corazón para bombear y recibir sangre del organismo.

Añadimos que las miocardiopatías pueden ser de carácter hereditario o estar relacionadas con algunos tipos de cardiopatías congénitas, pero otras tienen origen idiopático (se desarrollan como consecuencia de otra afección o enfermedad).

Las de carácter idiopático pueden manifestarse a cualquier edad, pero las de origen hereditario se diagnostican principalmente en niños y personas jóvenes.

Por su parte, las que son congénitas suelen detectarse en el período de gestación del feto o justo tras el parto. En este sentido y a título informativo, en el siguiente enlace pueden consultarse los distintos síntomas de cardiopatías congénitas.

Los tipos de miocardiopatía más habituales

Estas son las miocardiopatías que se observan con mayor frecuencia en las consultas cardiológicas:

Tipos de miocardiopatía

Miocardiopatía dilatada

En la miocardiopatía dilatada, las paredes musculares del corazón son más delgadas de lo normal y pueden presentar estiramientos, por lo que no se contraen correctamente. Esto resulta en una deficiencia del proceso de bombeo de sangre al organismo.

Como ocurre con cualquier otra cardiopatía, la miocardiopatía dilatada incrementa el riesgo de sufrir episodios de insuficiencia cardiaca, es decir, de que el corazón no bombee suficiente sangre y/o de que la presión de bombeo no sea la adecuada.

En ese caso, algunos de los síntomas son:

  • Dificultad para respirar
  • Cansancio extremo
  • Hinchazón de los tobillos
  • Arritmias

La miocardiopatía dilatada también incrementa el riesgo de que se presenten problemas en las válvulas cardiacas y de que se formen coágulos sanguíneos.

Miocardiopatía hipertrófica

Por el contrario, en la miocardiopatía hipertrófica, las células del músculo cardiaco se agrandan y las paredes de las cavidades cardiacas se engrosan.

La consecuencia directa es que las cavidades cardiacas se reducen de tamaño, por lo que no pueden retener mucha sangre. Además, las paredes cardiacas no pueden relajarse correctamente y son más duras de lo normal.

Algunos de los síntomas son:

  • Mareos
  • Dolor torácico
  • Dificultad para respirar
  • Pérdida temporal del conocimiento
  • Ritmos cardiacos anormales

La miocardiopatía hipertrófica puede provocar una reducción del flujo sanguíneo. En ese caso se denomina miocardiopatía hipertrófica obstructiva.

Además, la válvula mitral del corazón puede volverse permeable, lo que hace que la sangre se filtre en sentido inverso al habitual. Este fenómeno es conocido como regurgitación mitral.

En adición, los pacientes tienen un mayor riesgo de desarrollar una endocarditis (inflamación causada por una infección cardiaca).

En muchos casos, la miocardiopatía hipertrófica no afecta a la vida cotidiana. Incluso hay pacientes que no presentan síntomas ni necesitan tratamiento.

Tipos de miocardiopatía

Miocardiopatía restrictiva

Se diagnostica habitualmente en niños, aunque puede desarrollarse a cualquier edad.

Lo que ocurre en este caso es que las paredes de las principales cavidades del corazón adquieren una rigidez excesiva y no pueden relajarse correctamente después de contraerse. Esto implica que en el corazón no entra la cantidad suficiente de sangre.

Los síntomas más frecuentes son los de toda insuficiencia cardiaca:

  • Disnea
  • Fatiga
  • Ritmo cardiaco irregular
  • Hinchazón en los tobillos

Miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho

En la miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho (MAVD), existen defectos en las proteínas que unen las células musculares del corazón. Cuando esas células musculares mueren, ese tejido muscular es sustituido por tejido cicatricial graso y fibroso.

La consecuencia es que las paredes del corazón adelgazan y se estiran, por lo que el músculo cardiaco bombea la sangre de forma deficiente.

No repetimos la lista de síntomas, puesto que es similar a la del apartado anterior. Pero es preciso añadir que, en este caso, la gran mayoría de los pacientes presentan arritmias considerables.

Diagnóstico de las miocardiopatías

Las miocardiopatías se identifican y diagnostican mediante la realización de:

  • Ecocardiogramas
  • Electrocardiogramas
  • Resonancias magnéticas
  • Tomografías computarizadas
  • Cateterismos
  • Monitorizaciones del ritmo cardiaco
  • Análisis de sangre
  • Pruebas de esfuerzo
  • Pruebas genéticas

Una vez confirmado inequívocamente el tipo de cardiopatía, el cardiólogo prescribe el tratamiento correspondiente.

Tratamiento de las miocardiopatías

No todas las personas con alguno de estos tipos de miocardiopatía necesitan tratamiento. Algunas personas solo padecen una forma leve de la enfermedad que pueden controlar si procuran:

  • Seguir una dieta sana y equilibrada
  • No fatigarse (se permite y se aconseja practicar algún tipo de ejercicio o deporte ligero)
  • Mantenerse en el peso ideal
  • No consumir drogas ni alcohol en exceso
  • Dejar de fumar
  • Evitar dormir poco
  • Controlar la ansiedad y el estrés
  • Tratar adecuadamente cualquier otro tipo de trastorno o enfermedad (por ejemplo, la diabetes, las enfermedades infecciosas o las apneas del sueño)

Para el resto de pacientes, el tratamiento dependerá de cuál de los tipos de miocardiopatía se padece, de la gravedad de la enfermedad y de la edad del paciente.

A título meramente descriptivo, el abanico terapéutico incluye:

  • Terapias medicamentosas con anticoagulantes, hipotensores, diuréticos, reductores del colesterol, etc.
  • Procedimientos correctivos no quirúrgicos, como la ablación por radiofrecuencia o la ablación por tabique.
  • La implantación quirúrgica de dispositivos de asistencia ventricular quirúrgicos, marcapasos y desfibriladores cardioversores.
  • Procedimientos quirúrgicos específicos, como la revascularización, la angioplastia o la miectomía septal.

En cualquier caso, el tratamiento debe ser establecido por el cardiólogo, tras una pormenorizada evaluación cardiológica del paciente.

Añadimos que los pacientes que siguen un tratamiento adecuado y mantienen unos hábitos de vida saludables suelen conseguir controlar los síntomas y prevenir las posibles complicaciones.

 

Con un diagnóstico preciso y el correspondiente tratamiento, las personas afectadas por alguno de los tipos de miocardiopatía que hemos detallado pueden llevar una vida normal, con algunas restricciones alimenticias y deportivas.

El mayor riesgo para los pacientes que sufren una miocardiopatía es que esta no esté diagnosticada ni, por tanto, tratada.

Si experimentas en ocasiones alguno de los síntomas indicados, te sugerimos que acudas al departamento de cardiología del Hospital Universitario La Paz. Tras la correspondiente evaluación cardiológica, nuestros especialistas descartarán o confirmarán la existencia de cualquier tipo de cardiopatía y, en su caso, prescribirán el tratamiento adecuado.