Taquicardia ventricular sostenida

La taquicardia ventricular sostenida es una aceleración prolongada del latido del corazón. Esto puede provocar que no bombee la cantidad de sangre que necesita el organismo, con la consiguiente pérdida de oxígeno que deriva en síntomas como el desmayo o incluso la parada cardíaca.

Qué es la taquicardia ventricular sostenida

Se conoce por taquicardia ventricular sostenida a una forma de arritmia o al funcionamiento irregular de latido cardíaco durante varios segundos. Cuando este latido tiene un ritmo ventricular más lento del estándar, se considera benigno y no necesita ser tratado. Por el contrario, cuando el ritmo supera la frecuencia característica del corazón sano, puede requerir algún tipo de tratamiento.

Un corazón sano suele tener, en reposo, una frecuencia cardíaca de entre 60 y 100 latidos por minuto. Se considera que existe taquicardia ventricular (TV) cuando en tres latidos consecutivos existe una frecuencia igual o superior a 100 latidos/minuto, aunque hay expertos que elevan este valor de corte a los 120 latidos/minuto.

En cualquier caso, el aumento de la frecuencia de los latidos tiene riesgos para la salud, ya que esta aceleración puede impedir que los ventrículos se llenen lo suficiente para bombear la cantidad de sangre que el cuerpo precisa. Para que se diagnostique como taquicardia ventricular sostenida, la arritmia debe durar más de unos pocos segundos.

taquicardia ventricular sostenida

Cuáles son los síntomas de la taquicardia ventricular sostenida

En el diagnóstico inicial de la TV sostenida se tienen en cuenta síntomas llamativos como el desmayo o la pérdida del conocimiento.

Otros indicios menos evidentes también pueden estar relacionados con algún tipo de taquicardia ventricular. Entre ellos están la dificultad de respirar, la sensación de tener falta de aire, un dolor en el pecho que se mantiene varios minutos, el mareo o el aturdimiento.

Cuáles son las causas

No siempre se puede saber qué ha provocado una taquicardia ventricular. Si exceptuamos la causa genética, puede deberse a una afección cardíaca anterior. En este caso, podría derivarse de la existencia de cicatrices en el tejido del corazón, lo que provocaría una enfermedad cardíaca estructural. Otros motivos pueden ser:

  • Modificaciones en los niveles de los electrolitos o minerales del cuerpo, como el calcio, el magnesio, el potasio o el sodio.
  • Deficiencias en el flujo sanguíneo que irriga el músculo cardíaco, provocadas por una enfermedad en las arterias.
  • Consumo de sustancias estimulantes, como la cocaína.
  • Efectos secundarios de algunos medicamentos.
  • Ataque al corazón previo.

Cuáles son los factores de riesgo

Los motivos que hemos señalado en el apartado anterior están relacionados con los factores de riesgo. En muchos casos, sobre todo en lo que se refiere a los hábitos de vida poco saludables, el riesgo y la causa están íntimamente ligados.

Un factor no relacionado con los hábitos de vida, y que es muy relevante, tiene que ver con los antecedentes familiares. La genética puede ocasionar afecciones que se detectan ya en el momento de nacer, pero en ocasiones se pueden tratar. Por ejemplo, con el tratamiento del canal auriculoventricular se insertan parches para eliminar el orificio existente en el tabique o incluso dividir una válvula cardíaca única en dos válvulas separadas.

Diagnóstico de la taquicardia ventricular sostenida

Los registros electrocardiográficos son la base del diagnóstico de todas las taquicardias ventriculares. Para explicarlo de una forma sencilla, se establece la existencia de una TV cuando aparecen discordancias entre una frecuencia ventricular normal y los latidos registrados.

Cuando la arritmia cesa por sí misma en 30 segundos o menos, no produce síntomas y se diagnostica como taquicardia ventricular no sostenida. Por su parte, se diagnostica la taquicardia ventricular sostenida si el latido acelerado se mantiene durante más de 30 segundos.

Hay numerosas pruebas y dispositivos personales que se pueden realizar para comprobar el estado de salud del corazón y detectar eventuales casos de taquicardia ventricular:

  • Electrocardiograma.
  • Una ecografía del corazón.
  • Resonancia magnética del corazón. Crea imágenes del flujo sanguíneo.
  • Tomografía computarizada. Combina imágenes para ofrecer una vista detallada de una zona.
  • Prueba de la mesa basculante. Se revisa la frecuencia cardíaca y la presión arterial para establecer la relación entre la taquicardia y el desmayo.
  • Angiografía coronaria. Revisa los vasos sanguíneos y comprobar si hay obstrucciones.
  • Estudio de electrofisiología. Distintas pruebas mediante catéteres para diagnosticar latidos irregulares aislados.
  • Registrador de bucle. Dispositivo implantable que registra durante tres años los latidos del corazón.
  • Monitor de eventos. Dispositivo portátil que realiza electrocardiogramas durante un máximo de 30 días.
  • Monitor Holter. Pequeño dispositivo que se utiliza en casa y registra la actividad del corazón al realizar tareas cotidianas.

Cuál es el tratamiento para la taquicardia ventricular sostenida

Hay diversos tratamientos para afrontar esta afección. Por un lado, contamos con medicamentos que ralentizan la frecuencia cardíaca, mientras que los desfibriladores y los marcapasos ayudan a devolver la normalidad al latido del corazón.

Por otra parte, en la cirugía encontramos numerosas opciones, como la implantación de un desfibrilador cardioversor, que se coloca en el pecho, o su versión subcutánea, que se implanta bajo la axila izquierda. La cardioversión es un tratamiento de emergencia para atender una taquicardia ventricular prolongada.

La ablación con catéter, como ocurre en el estudio de electrofisiología, consiste en insertar catéteres por los vasos sanguíneos. En este caso, se trata de provocar cicatrices que bloqueen las señales cardíacas irregulares y normalicen los latidos.

Por último, la cirugía a corazón abierto se utiliza cuando no funcionan otros tratamientos. Su objetivo es destruir la vía cardíaca que provoca la dolencia.

 

La taquicardia ventricular sostenida es un trastorno del ritmo cardíaco que en algunos casos se puede prevenir con hábitos de vida saludables, pero en otros hay que tratar después de un diagnóstico certero. Conocer el problema y sus soluciones es fundamental, así que no te quedes con dudas y ponte en contacto con nosotros para tener más información al respecto.