Soplo de comunicación interauricular: aspectos fundamentales

Aunque la gravedad de un soplo interauricular depende en gran medida de si pertenece a alguno de los tipos de comunicación interauricular asociados a otras malformaciones, los médicos podemos olvidar que nuestros pacientes no tienen por qué tener claro qué es un soplo. Esto los puede llevar a pensar en casos cercanos de personas con soplos muy diferentes, y tomar la evolución de su enfermedad como un referente, a veces benévolo y otras veces preocupante.

Por eso, vamos a hacer una recopilación sobre lo que debe comprender un paciente o un familiar de alguien a quien se le detecta un soplo interauricular, sobre todo si persiste en la edad adulta. También veremos los síntomas que puede causar dicho soplo de comunicación interauricular (CIA) y los posibles tratamientos.

Soplo de comunicación interauricular radiografía

¿Qué es un soplo?

Hasta hace unos años, un soplo era un sonido en la auscultación que delataba un flujo anómalo de la sangre al atravesar las diversas partes del corazón. Años más tarde, con la evolución de los sistemas de diagnóstico, se pudieron detectar soplos menores, que podrían no ser detectables en un examen rutinario, con lo que el término soplo pasó a designar el fenómeno reológico en lugar del sonido.

Los soplos pueden aparecer en las proximidades de cualquiera de las cuatro válvulas del corazón, por una valvulopatía, o deberse a intercomunicaciones indeseadas entre las aurículas o entre los ventrículos. La comunicación interventricular en adultos se estudia de manera independiente a los soplos CIA porque, entre estos últimos, hay muchos casos asintomáticos y que pueden no necesitar tratamiento, solo revisiones rutinarias.

Causas más frecuentes del soplo de comunicación interauricular (CIA)

Cuando el feto permanece en el útero materno, su corazón presenta varios orificios entre el tabique o septo que separa ambas aurículas. Al poco tiempo de nacer, estos agujeros se van cerrando, y lo habitual es que ya no queden soplos CIA a partir de año de edad.

Sin embargo, a veces por un defecto en el desarrollo, pero casi siempre debido a cardiopatías congénitas, hay adultos que siguen presentando una abertura en el septo (o más de una). Pueden estar asociadas con otras cardiopatías congénitas o presentarse como una malformación única.

Síntomas

Cuando hay uno o más soplos de comunicación interauricular, aumenta la cantidad de sangre que pasa por los pulmones. Con el tiempo, puede causar daño en los vasos sanguíneos de los pulmones, lo que a su vez puede causar problemas en la edad adulta, como hipertensión pulmonar e insuficiencia cardiaca. Otros problemas derivados de un soplo CIA no tratado pueden incluir latido cardiaco anormal y mayor riesgo de accidente cerebrovascular.

Por tanto, cuando se detecta un soplo de este tipo en un adulto, los síntomas pueden ser muy diversos e incluso no presentarse en los casos triviales. En bebés y niños hay mayor uniformidad en la sintomatología.

  • Los bebés pueden presentar cansancio al comer y poca energía. Son bebés propensos a sufrir infecciones respiratorias, que pueden retrasar el diagnóstico si no se solicita al menos un ecocardiograma y creemos que su poca tolerancia al esfuerzo físico es consecuencia de las infecciones del aparato respiratorio y no del corazón.

  • Los niños con comunicación interauricular continúan con esa escasa resistencia al ejercicio físico, presentando disnea o fatiga antes que sus compañeros. En ocasiones, estos niños pueden tener una estatura un poco inferior a la media y cierta tendencia a la ganancia de peso. Salvo en casos en los que coexistan varias cardiopatías importantes, los niños con soplo de comunicación interauricular, no llegarán a presentar cianosis durante esos episodios de fatiga y malestar como respuesta a un esfuerzo físico o a un sobresalto.

Tratamientos

SEGUIMIENTO Y MEDICACIÓN, SI PROCEDE

Cuando se detecta un soplo CIA en un adulto que ha sido asintomático hasta el momento y no presenta un agujero importante, se suele proceder al seguimiento rutinario y, si acaso, facilitar la tarea del corazón con ciertos fármacos. Este modelo conservador también se aplica en niños de entre 3 y 5 años con una pequeña abertura y síntomas leves.

Como hemos adelantado, algunos adultos pueden ser asintomáticos, y es probable que los que tengan un orificio en el septo muy pequeño, es decir, un soplo mínimo, no precisen de tratamiento, más allá de seguir un estilo de vida saludable y realizar ciertas revisiones con ecocardiograma incluido.

Cuando el soplo de comunicación interauricular se detecta en niños, los cardiólogos insistimos en conocer más datos sobre el mismo para poder valorar si es uno de esos soplos funcionales, que se resuelven solos al ir creciendo, o si precisa de una corrección quirúrgica urgente.

CIRUGÍA

Cuando el caso es más serio o va avanzando a medida que se cumplen años, en vez de irse resolviendo, se precisa se una solución quirúrgica.

Entonces, el cardiólogo valorará si es posible llevarla a cabo con un catéter, para reducir el riesgo de complicaciones y la duración del posoperatorio, o si el corazón necesita de más cirugías reparadoras y es necesario operar a corazón abierto. En este último caso, en la correspondiente operación, se procedería a colocar los tapones biocompatibles que eviten la intercomunicación entre la sangre de ambas aurículas.

En resumen, un soplo de comunicación interauricular puede resolverse solo durante el crecimiento, o quedar con un tamaño tan pequeño como para permitir al paciente hacer vida normal. Sin embargo, a veces por desgaste del corazón debido a la edad y otras porque este tipo de soplo tiene un origen genético y puede ir asociado con otras cardiopatías, puede necesitarte una solución quirúrgica.

Entre los síntomas frecuentes en pacientes con soplo de comunicación auricular no se encuentra la cianosis. Esto, unido a posibles características del desarrollo como la baja estatura o la tendencia a ganar peso, puede retrasar la primera visita al cardiólogo en niños que sí presentan síntomas y, por tanto, podrían necesitar de un tratamiento de inmediato.