Cierre de cia por cateterismo

La comunicación interauricular CIA es una de las cardiopatías congénitas más frecuentes. Cerca de un 40 % de los nacidos con esta malformación experimentan una resolución natural en los primeros meses de vida, pero si esto no sucede, el tratamiento indicado es la cirugía. Los avances en la cirugía reparadora del corazón hacen que ya sea habitual realizar el cierre de CIA por cateterismo, también llamado por vía percutánea.

Cierre de cia por cateterismo

Qué es la comunicación interauricular (CIA) y por qué se produce

La comunicación interauricular es la presencia de uno o más orificios en el tabique que separa las dos aurículas, en el momento del nacimiento y más adelante. Durante la etapa fetal, el corazón presenta estos orificios o septos por el propio desarrollo embrionario, sin embargo, si no se cierre y se mantienen en el momento del nacimiento, cuando el bebé debe comenzar a respirar y a bombear la sangre por sí mismo, pueden o no presentar síntomas con los años.

Sobre las causas de esta cardiopatía congénita, se sabe que existe una predisposición familiar, que confirma causas genéticas todavía no identificadas, con más de un par de genes implicados, aunque no hemos podido descartar la hipótesis de exposición de la madre a ciertos agentes durante las 6 primeras semanas de embarazo.

Tipos de CIA que existen

Existen varios tipos de CIA, que se clasifican de acuerdo a su localización en el septo o septum interauricular:

  • Tipo ostium secundum: es la más común.
  • Tipo ostium primum: asociada al canal auriculoventricular.
  • Tipo seno venoso superior: a veces aparece junto a la anomalía parcial del retorno venoso pulmonar.
  • Tipo seno venoso inferior
  • Tipo seno coronario: muy poco frecuente.

La CIA puede ser aislada o formar parte de una cardiopatía más compleja.

Síntomas

  • Cansancio, poca tolerancia al esfuerzo, signos de fatiga al comer y llorar.
  • Tos e infecciones respiratorias recurrentes, que a veces dificultan el diagnóstico temprano.
  • Retraso más o menos significativo en el crecimiento y, casi siempre, cierto grado de delgadez.
  • Cuando el niño ya puede correr, tiene poca tolerancia al esfuerzo físico.

Tratamiento

En algunos casos, la presencia de CIA al nacer se resuelve sola en los primeros meses de vida. En otros, los pacientes son asintomáticos y no se diagnostican hasta sufrir un empeoramiento al concluir la adolescencia o a partir de la cuarta década de vida.

El diagnóstico temprano es importante para hacer un seguimiento, medicando si procede, y para poder operar de manera percutánea.

La cirugía mediante cateterismo cardíaco es la forma menos invasiva de reparar lesiones congénitas o adquiridas en el corazón. No siempre resulta posible resolver el problema de manera percutánea, pero la mayor parte de los pacientes con CIA pueden someterse a este procedimiento.

Cierre de cia por cateterismo

El cierre percutáneo de la CIA debe ser considerado en primer lugar y es la técnica de elección en los casos con CIA tipo ostium secundum. Sin embargo, no todas las CIA ostium secundum son susceptibles de cierre percutáneo, ya que es necesario reunir una serie de condiciones. Lo más importante es que la CIA tenga “bordes” de anchura y consistencia suficientes para anclar con seguridad el dispositivo de cierre. Aproximadamente, una de cada 4 o 5 CIA del tipo ostium secundum no es susceptible de ser resuelta mediante un cateterismo quirúrgico.

Se hace imprescindible, por tanto, valorar las características anatómicas de la CIA y la posibilidad de su cierre percutáneo mediante el ecocardiograma transtorácico en la consulta y el transesofágico en la propia sala de hemodinámica con el niño anestesiado, antes de proceder al cierre. El ecocardiograma transesofágico suele aportar datos más precisos a la hora de valorar los septos interauriculares.

Todos los casos de CIA se pueden resolver mediante cirugía, y cuando no es posible la vía percutánea, se procede a la cirugía a corazón abierto.

Pronóstico 

El pronóstico en pacientes operados antes de los 25 años es excelente. De hecho, es posible operar a niños colocando un dispositivo que se va adaptando a medida que el corazón crece hasta alcanzar su tamaño en la etapa adulta.

Hace no muchos años, los niños que nacían con una comunicación interauricular severa y aquellos con síntomas que no presentaban remisión espontánea debían someterse a cirugías sucesivas para cerrar cada uno de los septos y para ir reemplazando esos tapones colocados cuando no se optaba por el cierre directo con doble sutura.

Una vez superado el postoperatorio, que es siempre más sencillo si se ha operado mediante cateterismo, los pacientes que presentaban CIA ostium secundum o CIA venosa superior con cirugía correctora completa en la primera y segunda década de vida no suelen requerir tratamiento. Son niños o adolescentes que podrán hacer vida normal, sin limitaciones en su actividad diaria.

Los pacientes en los que la corrección no ha sido completa pese a la cirugía (lesiones residuales), así como el resto de tipos de CIA, requieren un seguimiento de por vida. Este seguimiento variará en función del tipo de CIA, de si requiere tratamiento farmacológico y de si existen o no otras lesiones en el corazón simultáneamente.

Cuando un adulto se opera para resolver un problema de comunicación interauricular no detectado a tiempo, en ocasiones quedan algunos problemas que la cirugía no logra resolver:

  • Insuficiencia cardíaca.
  • Hipertensión pulmonar y aumento de la rigidez de las arterias que comunican el corazón con los pulmones.
  • Síncopes.
  • Arritmias, como la fibrilación auricular.
  • Intolerancia al esfuerzo

 

En la actualidad se trabaja en la detección de los posibles casos de CIA antes del nacimiento mediante ecografías. La idea es tener localizados los casos moderados y severos, para proceder al cierre de CIA por cateterismo en cuanto la operación sea compatible con el crecimiento del niño, pasando a realizar un seguimiento riguroso en aquellos casos que, pese a no ser leve, podrían experimentar mejoría natural o, incluso, su resolución.