El próximo 8 de Marzo celebramos el día de la mujer, y con este motivo os cuento mi experiencia de ser hasta el momento la única mujer cirujana cardiaca que trabaja en la Paz.
Soy Luz Polo, muchos de vosotros me conoceréis porque llevo trabajando en el servicio de cardiopatías congénitas del Hospital Universitario La Paz desde Octubre del 2007. Mi día a día en el servicio transcurre básicamente trabajando con mis cuatro compañeros varones (Ángel, Álvaro, Juvenal y Raúl), compartiendo largas jornadas de cirugía, y muchos buenos momentos que resultan del trabajo en equipo. Porque en nuestro servicio somos un EQUIPO con letras mayúsculas, nos respetamos y ayudamos todos en condición de absoluta igualdad, centrando nuestro día a día en lograr los mejores resultados para nuestros pacientes, por lo que nos consideramos afortunados. Me considero realmente una privilegiada de trabajar en lo que me gusta y con compañeros tan excepcionales como los que tengo.
A lo largo de mi trayectoria profesional no siempre ha sido así… Tengo 47 años y en mi vida me he dado cuenta de que aunque poco a poco se va mejorando, la vida es distinta y un poco más cuesta arriba si eres mujer en comparación con lo hombres…
Doy gracias a la educación que recibí ya que en mi casa trabajaban tanto mi madre como mi padre y siempre viví un reparto de tareas equilibrado entre los dos sexos, que es lo que nos transmitieron tanto a mi hermano como a mí. Quizás gracias a eso nunca he pensado que no pudiera conseguir algo por el mero hecho de ser mujer…
Ya desde que estudiaba medicina me fascinó la cirugía cardíaca de las cardiopatías congénitas. Con mi elección del MIR hubo personas que intentaron desanimarme por elegir una especialidad de hegemonía masculina argumentando que era muy dura. Como siempre he sido bastante testaruda, menos mal que no hice caso y escogí una de las 8 plazas de Cirugía Cardiovascular que se ofertaron en España ese año, porque hoy volvería a hacerlo. Finalmente logré mi sueño, que era trabajar en cirugía de las cardiopatías congénitas, desde hace 16 años sigo encantada y no lo cambiaría por nada del mundo. Por supuesto que he encontrado actitudes machistas, desconfianza y prejuicios sólo basándose en la ausencia de un cromosoma “Y”, pero lejos de desanimarme me los he tomado como estímulo para demostrarles cuan equivocados estaban. Afortunadamente siempre he contado con apoyos que han creído en mí y sin su ayuda no habría llegado a este momento tan “entera”. Estos apoyos son mi marido (Martín), mi hermano (Javi), el resto de mi familia, y mis amigos con los que tomando unas cervezas los jueves compartes las alegrías y penas de la semana y ves las cosas de otra manera (habitualmente mejor que antes).
Como resumen creo que en esta vida que sólo la vamos a vivir una vez, es importante luchar por lo que creas que es necesario y justo, y bajo ningún concepto se debe consentir que nadie te considere inferior o no-apto por tu condición de ser mujer. También existe muchísima gente que piensa como tú, solo hay que encontrarla, y cuando la encuentres agarrarte a ella y caminar juntos.
Un fuerte abrazo: Luz Polo