La salud cardiovascular es uno de los pilares fundamentales del bienestar general, porque si el corazón no funciona bien, el resto del cuerpo lo va a notar. Por eso, es importante aplicar consejos para cuidar el corazón y conseguir así que este órgano pueda hacer su trabajo de la forma más eficaz posible. Estos consejos son especialmente importantes si uno padece de alguna cardiopatía congénita.
¿Por qué es importante cuidar el corazón?
El corazón es un órgano vital que se encarga de bombear sangre rica en oxígeno y nutrientes al resto del organismo, permitiendo un funcionamiento adecuado. Cuando el corazón falla, las consecuencias pueden ser muy graves y se manifiestan en la aparición de patologías como arritmias, insuficiencias cardíacas e infartos en los casos más graves.
Precisamente por ello, la prevención cardiovascular tiene un impacto directo tanto en la calidad como en la esperanza de vida. Es más, nunca se es suficientemente joven como para empezar a cuidar el corazón.
Con unos pequeños cambios de hábitos se puede conseguir aumentar los niveles de energía, prevenir complicaciones en otros sistemas vitales como el renal o el cerebrovascular, y disfrutar de una vida activa e independiente.
Además, está demostrado que quienes han adoptado medidas preventivas en edades tempranas ven reducido de forma considerable el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares en etapas avanzadas de la vida.
Síntomas y factores de riesgo de las enfermedades del corazón
La prevención debe practicarse incluso cuando no hay nada que alerte de que algo puede ir mal en el corazón. Cuando aparecen síntomas, se vuelve totalmente imprescindible tomar medidas.
Una de las razones por las que las enfermedades del corazón son tan graves es que muchas de ellas se desarrollan de forma silenciosa. Sin embargo, hay una serie de señales que no se pueden ignorar. Si aparecen síntomas como dolor o presión en el pecho, palpitaciones irregulares, fatiga excesiva sin causa aparente, dificultad para respirar, mareos o desmayos o hinchazón en piernas y tobillos, es momento de consultar con el médico.
Hay factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, como la edad o los antecedentes familiares frente a los que no se puede hacer nada, pero hay otros que sí son modificables. Por ejemplo, si se padece estrés crónico, si hay un nivel elevado de colesterol o se fuma. En estos casos, es conveniente adoptar medidas para cambiar los hábitos de vida y reducir el riesgo para el corazón.
Chequeos médicos y prevención: por qué son esenciales
Algunas patologías del corazón pueden llegar a pasar bastante desapercibidas hasta que la situación se vuelve grave. Por eso, es importante someterse a controles médicos periódicos para detectar a tiempo factores de riesgo y prevenir las complicaciones.
Las pruebas que se suelen realizar incluyen la medición de la presión arterial; un perfil lípido para conocer los niveles de colesterol y triglicéridos; una glucemia en ayunas; electrocardiograma y pruebas de esfuerzo.
El ecocardiograma solo se lleva a cabo en determinados casos. Para entender más sobre por qué esta prueba no se realiza siempre, te invitamos a saber más sobre para qué es un ecocardiograma.
¿Qué podemos hacer para cuidar el corazón?
Lo bueno de la prevención en este campo es que con pequeños cambios se pueden conseguir grandes avances.
Alimentación equilibrada
Tanto la American Heart Association como la Sociedad Europea de Cardiología aconsejan priorizar una dieta que sea rica en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado azul y frutos secos. Se recomienda reducir el consumo de grasas saturadas, de azúcares añadidos y de sal.
La dieta mediterránea clásica es la que mejor encaja dentro de estos parámetros, y está más que comprobado que es beneficiosa para la salud cardiovascular.
Actividad física regular
No basta con comer bien, hay que moverse. Lo recomendable es hacer un mínimo de 150 minutos semanales de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso. En cualquier caso, la actividad deportiva debe adaptarse a las condiciones físicas de quien la practica.
Andar a paso rápido o montar en bicicleta son ejercicios aeróbicos en los que es fácil modular la intensidad y que resultan de mucha utilidad en la mayoría de los casos.
Evitar el alcohol y el tabaco
El tabaquismo es un gran factor de riesgo porque las sustancias que contiene un cigarrillo afectan directamente al corazón. Precisamente por ello, desde el mismo día en que se deja de fumar ya se está reduciendo el riesgo cardiovascular.
En cuanto al alcohol, lo ideal sería no tomarlo. En caso de consumirse, debe hacerse siempre con moderación.
Controlar el estrés
El estrés sostenido en el tiempo acaba por elevar la presión arterial y favorece hábitos poco saludables, porque cuando una persona está muy estresada tiende a comer más dulces y procesados.
Evitar todas las situaciones de estrés del día a día es imposible, pero sí es posible mantener el equilibrio mental a través de técnicas como la meditación, la respiración consciente e incluso dedicando algo de tiempo a actividades recreativas.
Dormir adecuadamente
No hay que subestimar la importancia del descanso. Cuando el sueño es insuficiente o de mala calidad, el ritmo cardíaco se puede ver afectado, de manera que tanto la presión arterial como los niveles de cortisol suben por encima de lo recomendable.
En cambio, las personas que duermen entre siete y ocho horas cada noche tienen un menor riesgo cardiovascular solo por el mero hecho de haber descansado bien.
Mantener un peso saludable
Tanto el sobrepeso como la obesidad están ligados a problemas de salud como la hipertensión, la diabetes y el colesterol elevado, enemigos todos ellos de un buen funcionamiento del corazón. De ahí la importancia de mantener un peso que sea saludable.
Desterrar mitos
Otra forma de cuidar el corazón es olvidarse de mitos extendidos como:
- Si no tengo síntomas es que estoy sano. Ya hemos visto que muchas patologías no “dan la cara” hasta que están muy avanzadas.
- El ejercicio intenso es malo para el corazón. Salvo que haya una contraindicación médica, el deporte siempre es bueno. Pero debe adaptarse la intensidad al nivel físico de quien lo practica y realizar una progresión adecuada.
- Si tomo medicamentos, no necesito cambiar mi estilo de vida. Los fármacos son una ayuda, pero unos hábitos saludables son esenciales.
Con estos consejos para cuidar el corazón puedes sentirte mejor y prevenir patologías futuras. Si quieres conocer en detalle el estado de tu corazón, ponte en contacto con nosotros.