Síntomas coartación aórtica

La arteria aorta es la que permite transportar la sangre que acaba de ser oxigenada por los pulmones desde el corazón al resto del cuerpo humano.

Y uno de los síntomas de una cardiopatía congénita es el constreñimiento o estrechamiento de esta arteria. El término médico que describe este caso clínico es el de coartación aórtica. Conozcamos las causas, los síntomas visibles y el tratamiento de esta disfunción cardiovascular.

¿Qué es la coartación aórtica?

La coartación de la aorta (también conocida por sus siglas CoA) es una malformación congénita de la aorta, la mayor arteria de nuestro organismo, con un diámetro que puede llegar a ser similar al de una manguera de jardín.

La aorta sale del ventrículo izquierdo del corazón y recorre la parte central del cuerpo, pasando por el pecho y llegando a la zona abdominal, en donde se ramifica para llevar la sangre recién oxigenada a las extremidades inferiores.

La constricción o estrechamiento de esta arteria provocará una disminución considerable del flujo de oxígeno que recibe nuestro organismo.

La parte constreñida de la aorta suele estar próxima a la parte superior del corazón, cerca del nacimiento de la propia arteria. Cuando esto ocurre y el corazón intenta bombear sangre rica en oxígeno al cuerpo, la sangre tiene problemas para atravesar la zona de la arteria que está afectada.

La consecuencia directa es que el paciente sufre una alta presión arterial permanente en las partes superiores del cuerpo y una reducción notable del flujo sanguíneo en las zonas inferiores.

Síntomas coartación aórtica

Causas y factores de riesgo

La coartación de aorta es uno de los tipos de cardiopatías congénitas más comunes a nivel mundial. La malformación se desarrolla durante la etapa fetal y es más frecuente en individuos de sexo masculino, sin que se conozcan las causas de esta mayor prevalencia en los varones.

No es un mal susceptible de contraerse durante la infancia ni durante la etapa adulta, pero si quien la sufre no ha sido diagnosticado o tratado, es susceptible de empeorar con el tiempo.

Puede presentarse en solitario o junto con otras malformaciones y anomalías genéticas, cardíacas o no, como puedan ser el complejo de Shone o el síndrome de DiGeorge.

En el pasado, las estadísticas sugerían que se presentaba con más frecuencia en personas de raza blanca. Sin embargo, las investigaciones más recientes apuntan a que las diferencias en los índices de prevalencia se deben a las diferentes tasas de detección y que en todas las razas existe la misma probabilidad de nacer con este defecto congénito.

De todas formas, la prevalencia es muy baja y se sitúa en torno a los 2 casos por cada 10000 recién nacidos.

Síntomas de la coartación aórtica

La sintomatología varía en función de la etapa vital de los afectados:

Síntomas en bebés recién nacidos

Los síntomas en los recién nacidos varían en función de la gravedad de la constricción de la aorta, aunque la mayoría de los recién nacidos con coartación aórtica no presentan síntomas apreciables.

Comunicación interventricular en adultos

Esta patología es infrecuente en adultos, ya que de haberse padecido suele haber cerrado de forma espontánea a lo largo de su vida. Pero en el caso de que exista y haya cursado de manera asintomática es importante corregirla, puesto que las complicaciones que trae consigo pueden ser muy severas.

  • Hipertensión Pulmonar: una de las razones por las que se padece de una presión arterial pulmonar alta puede ser una CIV no detectada a tiempo, ya que al haber un exceso de sangre que pasa por las arterias pulmonares la presión que sufren estas se eleva. Esto puede originar desde edemas hasta disnea en reposo y pérdida de consciencia repentinas.

  • Insuficiencia cardíaca: cuando la estructura normal del corazón se ve modificada por cualquier malformación su funcionamiento puede no ser correcto. En el caso de la CIV se produce un bombeo mayor que el normal que puede llevar, con el tiempo, al “agotamiento” del corazón y con ello limitar la llegada de sangre oxigenada al resto del organismo.

  • Endocarditis: esta patología es una inflamación en el tejido interno del corazón de origen bacteriano en la mayoría de los casos. Su relación con la CIV es debida a que la alteración en la circulación interna da lugar a turbulencias que predisponen a la colonización bacteriana.

La manera de diagnosticar esta dolencia pasa por la realización de diferentes pruebas específicas como son la ecocardiografía, el electrocardiograma y la radiografía de tórax. La comunicación interventricular e interauricular no son lo mismo. Aquí te contamos más sobre la segunda.

Los bebés con síntomas pueden tener dificultades para alimentarse y respirar. Otros síntomas son la sudoración, la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca congestiva.

Síntomas en niños y en adultos

En los casos leves, los niños de corta edad pueden no mostrar absolutamente ningún síntoma. Conforme pasan los años, aumentan las posibilidades de que comiencen a experimentar varios síntomas de los que siguen:

  • Pies y manos frías

  • Hemorragias nasales

  • Dolor pectoral

  • Cefaleas

  • Dificultad para respirar

  • Fatiga

  • Hipertensión arterial

  • Mareos

  • Vahídos e incluso desmayos

Diagnóstico de la coartación aórtica

La primera exploración médica de un recién nacido suele revelar la existencia de una coartación de la aorta.

Los médicos especializados en partos y puericultura están capacitados para detectar diferencias en la presión arterial entre las extremidades superiores e inferiores del bebé y para reconocer los sonidos característicos del defecto al auscultar con el fonendoscopio el corazón de los bebés.

Cuando el médico de un bebé tiene el más leve indicio de que pueda estar afectado por una coartación aórtica, solicitará la realización de pruebas diagnósticas definitivas, como ecocardiogramas, resonancias magnéticas o cateterismos cardíacos.

Prevención y tratamientos

La coartación aórtica suele diagnosticarse tras el nacimiento y tratarse quirúrgicamente en cuanto la situación física y el desarrollo del niño lo permitan.

Los tratamientos habituales son la angioplastia con balón o la cirugía, según el caso.

La angioplastia con balón es un procedimiento poco invasivo que consiste en insertar un catéter en el interior de la arteria constreñida y luego inflar un minúsculo balón dentro de la arteria para ensancharla.

El tratamiento quirúrgico puede consistir en extirpar y sustituir la parte defectuosa de la aorta, en sortear la constricción utilizando un injerto o en ensanchar la parte afectada de la arteria mediante un parche sintético.

Los niños que reciben tratamiento en la infancia pueden necesitar una nueva intervención quirúrgica adicional en la etapa adulta pero normalmente podrán realizar una vida normal.

Sin embargo, cuando la coartación aórtica se detecta tardíamente o se pospone su corrección quirúrgica, los afectados corren el riesgo de sufrir hipertensión arterial y otros trastornos cardiovasculares que precisen de estrecho control médico.

Adicionalmente, los casos de CoA no tratados pueden llegar a ser mortales. Esto ocurre en pacientes adultos sin tratamiento, principalmente debido a problemas o incidentes cardiovasculares generados por la hipertensión arterial, como insuficiencia cardíaca, rotura de la aorta o accidente cerebrovascular.

Medidas de prevención

Para prevenir trastornos cardiovasculares, los pacientes que han recibido tratamiento de su coartación aórtica han de:

  • Realizar ejercicio aeróbico moderado a diario

  • Evitar los ejercicios físicos extremos y el deporte extenuante

  • Reducir al mínimo el consumo de sal y grasas saturadas

  • Abstenerse radicalmente de fumar

Adicionalmente, los pacientes que han sido intervenidos de coartación aórtica pueden precisar tomar fármacos para evitar los síntomas de esta cardiopatía congénita, como puedan ser los betabloqueantes y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina.